Nuestro público llegando. |
Ayer volvimos a repetir la función, esta vez a puerta abierta para que entrara al salón quien quisiera.
Algunos ya habían venido los días anteriores, pero otros, entraron por curiosidad, no sabían con qué se encontrarían, pero ahí estuvieron.
Vi por entre los biombos a unos pequeños que golpeaban sus piernas al compás del bombo, algunas señoras estaban absortas y otras en verdad no supe como interpretar sus gestos.
Siempre mostrar lo que uno hace, es ya un desafío, pero lo es más con un público que tal vez nunca presenció una expresión artística de estas características; porque se apela al respeto, al silencio y la tolerancia de los minutos en que se lleva a cabo la función.
Siempre mostrar un trabajo propio es una apuesta; personalmente me pasa que se despierta mi angelito titubeante que me dice: ¿Y si no les gusta? ....más allá de si se entiende o no el concepto general, me interesa que guste; porque si gusta vuelven. Y con adiestramiento, se van volviendo un público sabedor, que pueden opinar, encantarse, atreverse algunos a querer hacer cosas ¡incluso mejores!...y lo fundamental: gente que no le teme a ser sensibles, a reflexionar, a mirar su entorno y verse como parte de él, con voz y cuerpos propios.
Por eso son buenos todos los públicos; éstos más tímidos tal vez, porque terminada la función nadie nos esperó ni saludó, pero estoy segura que a más de alguien le sirvió...aunque sea la poesía del momento.
Cuando un artista muestra su obra nunca, nunca sabe dònde terminará... y eso, eso es arte :)
ResponderEliminarTuky: algunas veces percibimos algo, otras veces no...y está bueno también que así sea,porque luego que abrimos las ventanas para que otros vean, le estamos soltando la mano a la "obra" y entonces...
ResponderEliminarEncantada que pases por aquí!!!