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Aún con tanta agresividad recibida, la madre tierra nos regala flores.

Flores para  los días.

Todas las flores. Todas las formas y colores.

Flores que nos recuerdan que siempre es posible encontrar belleza y ternura en el camino diario.

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Deseo que desde el lugar en donde se encuentren, estén muy bien.

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 Hoy soy un poco más grande que ayer y lo celebré trabajando.

Roberto. Protagonista de mi obra: "Una casa llena de cosas".

Dramaturgia, confección de títeres, escenografía, narración y manipulación; llevada a cabo en el contexto de este segundo año de pandemia y financiado por el Ministerio de Cultura a través del programa "Cultura Solidaria".

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Espero que desde el lugar en donde se encuentren; estén muy bien.

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 El olor de la ropa recién lavada, secándose bajo el sol ¿no les parece de esas cosas agradables que tienen los días simples y bonitos?

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Aún en este incierto momento laboral, las ganas de creación siguen intactas o tal vez más fuertes, no sé. El asunto es que estoy trabajando en una nueva obra de Narración y Títeres, financiada por el programa Cultura Solidaria, perteneciente al Ministerio de Cultura. Y la estoy queriendo mucho, mucho.

¡He pensado tanto todo este tiempo! ¡Y el tiempo pasa como relámpago! 

Espero que desde el lugar en donde se encuentren, estén muy bien. 

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Cómo me gusta imaginar nuevas formas. Vidas que renacen entre las manos creadoras y amorosas.

Creación y amor seguro que siempre estuvieron juntas. 

Algo divino ha de haber en cada creación final, pero más aún en sus procesos, desde el imaginarlo, hasta llegar a su resultado. A veces con o a veces sin propósito claro inicial.

Pero como ya hemos de imaginar; siempre todo; finalmente tiene y encuentra su propósito. 

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Desde el lugar en donde se encuentren, espero que estén bien.

 

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Este es mi gato verde que mira a la luna. 

Trabajé con mucha ilusión el pasado 2020, para este espectáculo; que sabía tardaría en concretarse; pero de que llegaría el día, llegaría.

¡Y llegó! Por fin el pasado mes de febrero llegó el día de presentar la función de títeres y Kamishibai: "Tres gatos y un perro", financiada por el programa Sostener Cultura II, del Ministerio de Cultura de la Nación.

Me hizo muy feliz, porque además de ser la primera después de todo un año incierto; el público fue maravilloso.

Generalmente, si no siempre, los públicos son maravillosos; pero hay algunos, a mi parecer, que se destacan más de otros por su sensibilidad y este fue claramente el caso: niños, niñas, madres, tías y abuelitas de un merendero de la Ciudad.

Trabajé en los textos, en la confección de las ilustraciones y de los títeres siempre conectada con cada espectador que asiste al merendero. Imaginé sus rostros y su conexión también.

Nunca dejo de preguntarme cosas, como por ejemplo la labor y beneficios del arte ligados con la comunidad, porque es desde ese lugar en donde siempre quiero estar vinculada al arte. 

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Este gatito verde ensayó mucho, mucho. Este cortísimo video, muestra uno de sus ensayos, de la última escena de su historia.

Les envío cariños a la distancia.

 

 

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Me gusta mucho apreciar el revés y el derecho de un bordado. 

Casi generalmente, pero no siempre; el derecho ya está resuelto previo a su costura; pero aún en esas veces, no deja de sorprender y merecer ser admirado.

Pero con el revés es distinto; éste se manifiesta, conforme (o quien sabe disconforme) a la aguja, los hilos y los movimientos. 

Me gusta pensar que elige su propio camino; buscando diferenciarse un poco de su "otro lado".