Tengo una especial atracción por los búhos desde que una vez, muy niña encontré uno en el árbol viejo y grande donde solía jugar.
Era blanco, gordito, hermoso!Dicen que no es común ver a los de su especie. Estaba enfermo, se quedó allí quieto, todo ese día y al siguiente murió.
Ahora, pienso, que oír a un búho de lejos es señal que ya está llegando la noche. Pero oír batir sus alas entre las copas de los árboles es clara señal que la vida está en todas partes.