jueves, 16 de agosto de 2012

Corazón de gominola

Una mamá se enoja con su hija  porque no quiere sentarse a la mesa con otra niña de su misma edad, que asiste a su misma escuela, a los mismos lugares recreativos y hasta  a los mismos talleres artísticos y culturales.
La madre le dice a su hija que es una mal criada. La hija se hecha a llorar y grita agravios para la otra niña.
La hija usa de  las misma botas que la otra niña, se pinta las uñas de rosa y de verde fluorescente, igual que la otra niña, admira a los mismos ídolos de música pop del momento y come el mismo  tipo de helado de vainilla y chocolate de la misma heladería, igual que la otra niña. Una de las niñas vive en la zona centro de la ciudad, la otra en uno de los barrios populares.

El fenómeno de la discriminación comienza siendo casi inocente ante los ojos externos, pero de inocente no tiene nada.  Se instalan pensamientos finalmente destructivos, para con otros, se enceguece la mirada y se endurece la razón y el corazón.
La discriminación es parte de una manera de ver y asumir el mundo; mundo que contiene a las personas, algunas iguales a uno mismo y otras distintas también. 
Esa manera de concebir el mundo comienza a construirse en el núcleo íntimo, el familiar;  porque para  un niño cada gesto, cada acto, es un mensaje claro que  aprende y aprehende.

6 comentarios:

  1. Totalmente deacuerdo con vos, cada vez es mas la cantidad de personas que se ve discriminando a otras, fenomeno que se traslado hasta la television.

    Ahora si esta la animacion de lego.

    Saludos.

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    1. La televisión es el reflejo de lo que somos como sociedad.
      Muy linda la animación! estoy descubriendo cosas muy lindas en tu blog!
      Saluditos!

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  2. Hola Yeka, que interesante lo que decidiste postear. En el planteo acerca de ser (o no ser) humano, que no muchos se hacen, la paternidad entra desde ese punto de vista fundamentalmente: qué trasmito con mi forma de vivir la vida. El ejemplo. Abrazo!

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    1. Escucho insistentemente la queja por parte de los adultos que los niños cada vez están más independientes, que no respetan, que no se encantan con nada y un infinito etc. pero no hay una mirada crítica y sincera de la responsabilidad que tenemos como adultos en la formación de los niños. Como dice El Caminante, hasta en la televisión mostramos acciones que después criticamos. El ejemplo como dices, es la clave.Un abrazo!

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  3. hice muuuuchas cosas mal en mi vida...muchas...pero eduque amis hijos en la NO discriminacion...y ahora... tengo el orgullo de haber dejado en el mundo dos personas lindas por dentro... con un gran sentido de la justicia, y la igualdad...

    si ...las semillitas se plantan desde bien pequeños...

    muy bueno tu texto Yeka....

    :-)


    Déjame que te cuente
    www.dejamequetecuente.net

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    1. Sin discriminación, aceptando la diferencia, este mundo sin duda sería mejor. Me genera tanta angustia por momentos ver como los pequeños discriminan, porque son el reflejo de un adulto a quien ellos imitan y luego serán los adultos que acompañan a otro pequeño y así una rueda que gira y gira.
      No me cabe duda de las semillas que cuidas, agradezco tu convicción siempre expresada en tus entradas. Un abrazo!

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