Apilarás tus recuerdos, como cajones sin sentido;
esperarás a que se llene de telarañas, el deseo que siempre has tenido;
susurrarás en silencio tus sueños, bien bajito para que nadie te oiga;
sentirás una punzada en el lado izquierdo, por la tristeza a tu cobardía;
reirás cuando veas el logro de los otros, por que no vale la pena llorar;
pero no dejarás nunca de soñar y esperar por el día cuando seas en verdad valiente.
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