Estaba empezando esta entrada explicando el sentido de mi blog y de lo que escribo. Quería decir que algunos de mis textos deben entenderse como un texto literario, que sin duda refleja mi pensamiento, pero algunas veces no soy esa misma voz que habla, sino que más bien ironizo con voces que escucho decir cosas.
Había empezado así, pero me comenzó a parecer tedioso hacerlo, sentí que en realidad no tenía que seguir explicando nada. Que quienes me leen y acompañan, bien sabrán comprender cada cosa que escribo.
Que desde el momento que expones un texto deja de ser tuyo y entonces recorre caminos propios de la mano de quien lo guíe.
Sólo por las dudas, yo no detesto el lugar que habito, soy feliz, hago lo que puedo para ser coherente con lo que pienso, también me equivoco más veces de las que quisiera tal vez, pero lo intento, siempre intento.
Y sólo para despejar otras dudas, si, el texto de la entrada anterior puede ser un hombre o una mujer, da lo mismo, es sólo una voz que piensa hacer cosas en un allá. Yo en vez de esa voz hago cosas acá, tal vez no suficientes, cierto, pero vuelvo a insistir, lo intento, siempre lo intento.
¡Muchas gracias por la compañía!
(Y para no dar tanta lata con el rollo de hoy, enlazo esta canción que escuchaba mucho en otra época y que me parece perfecta para la ocasión).