En el marco de la 10ª Maratón Nacional de Lectura, propuesta por la Fundación leer, se llevaron a cabo en todo el país, una variedad de actividades que promueven el hábito por la lectura. Y mi Kamishibai y yo estuvimos invitados al jardín "La hormiguita viajera" a contar alguna historia.
Toda una maravilla esta jornada, libros en mesas bajitas, almohadones, alfombras, revistas, personajes clásicos dando vueltas y el ánimo de fiesta que contagiaba.
¡Me siento tan privilegiada de compartir estos momentos!
Que lindas esas hormiguitas viajando en tu kamishibai! Y tu teatrito es precioso! Besos
ResponderEliminarSi, estas hormiguitas se portaron un sol!!!Mi teatrillo es bello verdad? es mi gran compañero, nunca pasa desapercibido. Besos!
EliminarSeguro que los pequeños y no tan pequeños disfrutaron mucho de tus historias, no hay más que ver la primera foto... Qué atentos se les ve a todos escuchándote y viendo tu Kamishibai ;)
ResponderEliminarBesos.
Si, les encanta a ellos, algunos ya nos conocían, había ido a su salita a principios de año, pero para otros fue una novedad bien recibida por suerte. Besos!
EliminarMe alegro que hayas podido ir a contar tus historias. El placer por la lectura debería contagiarse siempre!
ResponderEliminarBesos
Debería ser así, pero leer cada día es lejos la prioridad de las persona, no sé porque siendo que la necesitamos en nuestro día a día también y como disfrute es realmente posible.Besos!
EliminarDebe ser muy lindo ser participe de una propuesta como esta.
ResponderEliminarSaludos.
Me pasa que siempre estoy con expectativas y cierta incertidumbre, porque nunca se sabe cual será la recepción de cualquier público, de cualquier edad. Pero la experiencia es tremenda! Saludos!
EliminarPero qué bonito y especial, Yeka! Y qué envidia me ha dado. Tuvo que ser una jornada muy linda. Felicidades por vivir momentos así. Imagino la carita de los niños disfrutando con las actividades. Y la tuya, seguro que irradiaba felicidad.
ResponderEliminarBesos!
Ana.
Son momentos muy lindos! la caja(teatrillo cerrado) siempre genera curiosidad en los niños y en los adultos también. Las reacciones son distintas, los niños son por naturaleza más espontáneos; pero cuando hay un adulto que se va con una sonrisa me siento igualmente pagada.Un abrazo Ana.
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