Algunas veces me distraigo con las nubes o con el olorcito a tierra y hojas mojadas y cuando eso sucede, voy casi, casi volviendo a mi infancia, a mi adolescencia, a mi juventud, a mi adultez.Pero más a la zozobra que me produce a veces la ausencia de ese tiempo lindo transcurrido y entonces, un brío renovado y tibio tranquiliza este corazón mío.
Qué bonito! Y qué cierto es que nos deleitamos con todo aquello que nos trasporta a un pasado dichoso, pero que nos deja esa inquietud en el corazón, pues sabemos que aquellos gratos momentos del pasado no volverán. Ay, entonces, sí, hay que espantar el pensamiento y volver al presente para seguir hacia delante.
ResponderEliminarMuy bonita entrada!
Besos!
Ana.
Será algo cíclico? en todo caso cuando lo pienso, esto siempre me pasa, lo que no significa que mi presente no esté lleno de cosas bellas,principalmente mi familia.Te envío un abrazo.
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