Algunas veces me he sorprendido saboteando mis propios sueños, a punta de inseguridades que me asoman.
Otras veces me hago gigante y con paso firme y seguro avanzo sin mirar atrás ni a los lados.
Algunas veces, no veo más que niebla que me hace dudar el camino.
Otras veces, de entre esa niebla asoma una mano extendida y entonces yo la aprieto y así no caigo.
Sé que algunas veces volverá esa neblina que me hace insegura; pero apuesto porque las otras veces sean tan poderosas, que yo mantenga con firmeza mis sueños.
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