Ya venía varios días atrás mostrando intenciones de hacerlo. Se acercaba a mi mate, lo olía, tomaba la bombilla y sonreía; hasta que por fin se animó y sin esperar mi aprobación o rechazo se acercó a él y tomó de la bombilla. Sólo degustó de la llamada "última chupada", pues yo me había terminado el resto, pero bastó eso para sentirse más grande.
Así como se sienta a la mesa con nosotros, toma el te en su taza; este pequeño gesto me muestra su crecimiento y la autonomía que va alcanzando día tras día.
Guillo sonrió, aunque me hizo caritas de arrugado; seguramente porque lo encontró amargo o era un sabor nuevo para los que él está acostumbrado; pero después de esto, cuando me ha visto tomar mate se acerca, besa la bombilla y corre sonriente a jugar.
Aún es pequeño para incorporar este hábito en su vida, pero seguramente cuando grande, como todo buen argentino, tomará ricos mates que acompañarán sus días importantes, días fríos, días nostálgicos, días de conversación y disfrute con amigos, compañeros y hasta con una amada novia tal vez.
Los beberá de principio a fin, aunque siempre la "última chupada" será la más rica, la que contiene el amargo y el dulzor del buen mate; así como la vida, algunas veces amarga y otras dulce.
Y yo, como cualquier mamá, desearé siempre que él tenga más momentos dulces que amargos.
me alegra saber de que guillo este descubriendo cosas nuevas y que este al lado de una mama tan genial como vos vida y al igual que vos deseo que todos sus momentos sean igual de dulces y magicos como los mios al lado de ustedes.LOS AMO
ResponderEliminarMi querido anónimo(jeje):Nuestros deseos son los mismos,una vida que destile amor dulce. Muchas gracias por sus palabras y su amor.También lo amamos y lo sabe.
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