sábado, 8 de agosto de 2015

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A mis penas y frustraciones, he aprendido a beberlas como un jarabe. Unas veces espeso y mucre. Otras más dulce y ligero.
Pero las penas y frustraciones de aquellos que tanto he amado; me resultan casi imbebibles.
Una ola que me tumba y a la mala me hace tragar agua salada y piedrecillas de mar.

8 comentarios:

  1. Bueno, es la vida. Cuesta ver triste a quien se quiere.
    Otra de tus obras muuuuuy expresiva.
    Besos, Yeka.

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  2. Por qué será me preguntas en mi blog, por qué será que hacemos un garabato recurrente... por qué será que nos duelen las penas de los nuestros tanto? por qué será?...
    ojalá tengas una bonita semana, sin penas!

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    1. La vida, la vida, como dicen las chicas. Gracias Stella!

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  3. como la vida misma, que lindo escribes este sentimiento =/
    Un abrazo,

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