Háblame claro, así como te gusta. Punzante e hiriente. Frontal y fuerte. Con carraspera. Con rabia.
Háblame bien fuerte para escucharte. Para no perder el hilo, ninguno, de tu discurso.
Dime cuántas noches no has dormido. Cuántos días te has perdido.
Dime. Dime todo y descríbeme tu podredumbre, después, cuando todos se hayan ido y sólo seamos tus palabras y yo.
llega un momento, al menos a mi me ha pasado, que ya no digo ni pido palabras, porque pienso que a cierta altura, si las miradas y el tiempo no bastaron para crear un lazo en el cual las palabras sean sólo como el mismísimo silencio, las que se digan, no llegarán a ningún lado ni serán entendidas
ResponderEliminarhummm...me expliqué? :/
el dibujo calado es muy dulce, una red donde poder atrapar solo las mejores palabras, y el resto quede fuera :)
Yo siempre te entiendo :)
EliminarGracias! Un abrazo!
Cuanto sentimienro en tu post!!besos
ResponderEliminarSi, a veces pasa eso. Besos!
EliminarBello y viseral. Siempre prefiero la verdad a viva voz aunque sea dura al silencio escondedor.
ResponderEliminarDesde mi alma te envío palabras dulces (y verdaderas!!)
Muchas gracias Silvina! las recibo con mucho amor!
EliminarYeka, mucho sentimiento en este post, saludos
ResponderEliminarSi Abril. A veces el sentimiento aflora de muchas formas y he de reconocer que esto también soy yo, aunque no es lo que más me gusta.Un beso!
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