Antes me pensaba más.
Ahora bebo mate y cedrón, por ejemplo.
Ahora me pauso más.
Un recorrido por los anhelos,los sueños,los deseos y pensamientos; los concretados y los que estarán en proceso.Una invitación para que acompañen este recorrido y continúen con el propio o lo inicien.
Todo proceso creativo es terapéutico, pienso, tal vez porque me ha tenido ocupada ese pensamiento ayer, a propósito del Día de la Salud Mental.
Y que pena que a veces se restrinja la actividad creativa a ciertos sectores y a ciertas personas.
Me gusta ver a niñas y niños sintiéndose artistas libres, creando y creando; pero también a personas adultas, a mayores bien mayores también.
A veces pienso que me gustaría haber tenido más tiempo con mi padre. Por ejemplo, haber sabido las cosas que hoy se, debido a la búsqueda de información por su propia condición sus últimos años; el alzheimer. Pero ni los tiempos ni las vicisitudes de la vida nos son advertidas, para al menos tomar impulso con premura.
Ayer recordé mucho a mi padre y reflexioné un montón sobre lo que significa la salud mental, los beneficios del arte o cualquier expresión creativa, la importancia de no perder la actividad social, además de otros cuantos beneficios más. Y ahora que lo vuelvo a pensar; se me viene el nudito en la garganta, la punzada latente, como herida que de vez en cuando se abre para no olvidar-le.