Hace como dos años atrás, empecé a escribir un texto dramático que hablaba sobre el paso del tiempo y cómo es asumido por diferentes personas...aún no lo puedo terminar y quedó guardado. Hoy entre mis cuadernos de trabajo encontré algunas reflexiones que me fueron surgiendo en ese tiempo y que me servían de disparador para costruír los personajes. Sin duda es una tarea pendiente.
La pintura, otra colaboración de mi buen pintor Joan Caló, que pertenece a la serie "Sueño de nadia".
En reversa es un salto al pasado. La negación del presente. El rechazo del absoluto e inexorable paso del tiempo.
Tal vez una aproximación a la decadencia, al rechazo a sí mismo.
Tal vez el deseo oculto de que todo fuese distinto.
El asumirse siempre eterno, siempre joven, siempre dispuesto, siempre nuevo.
Queriendo siempre ir en reversa, hasta que el motor no responda. ¿Y qué hacer entonces?
Sentimientos de frustración, desilusión; por los sueños nunca concretados. La mentira como mejor aliada. El autoengaño como mejor mentira.
La supremacía del tiempo en quien tiene el poder del relato ante los más nuevos. La sustancia, la vid de los recuerdos hecha palabra.
El gesto incólume frente a la verdad, que roza, pero se hace caso omiso de ello: No duele - pero hiere.
Un mate amargo; porque la dulzura es parte del pasado, no del presente.
Un silencio ensordecedor del presente se acalla con carcajadas y yendo en reversa.
La sutil estela de un alba cualquiera; un día puede caer hecha pedazos en los hombros del sujeto y este desplomarse o...